Jardín de hadas

No recuerdo cuándo vi que una amiga publicó en facebook  un video sobre cómo se hace un jardín de hadas y, en ese mismo instante, decidí que en mi próxima aula habría uno, así que me puse a pensar y, una vez tuve claro dónde lo haría y cómo lo quería, me puse manos a la obra.

Pensaba hacer la casita con palitos que recogiera en el campo o con restos de cañizo pero un día, sin buscarla, vi en una tienda una casita para pájaros y sólo tuve que pintarla y «arreglarle» el tejado y la ventana y, ¡ya estaba lista!

El resto vino rodado pues ya tenía una idea de las plantas que iba a poner y las piedrecinas con las que iba a hacer el camino, pero a veces encontraba cosas (como el cubo de madera o la rama con el hongo) y las guardaba para añadirlas.

Os muestro la secuencia de la elaboración. Es mucho más sencillo de lo que pensé en un primer momento y el resultado es maravilloso.

Algunas de las plantas se han muerto (no sé si por escasez o exceso de agua pero, cuando esto pasa, las repongo y todo sigue igual de bonito)

El primer día de clase les conté a los dos grupos que era el jardín de las hadas de las estaciones y que ellas estaban dormidas dentro de la casa, por lo que no se las podía molestar; y, salvo un intento de llamar a la puerta de la casina, de un niño que quería conocerlas, no ha habido más acercamiento, excepto para observarlo y admirarlo.

Os muestro cómo lo hice.

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