He tardado en volver pero aquí estoy de nuevo, emocionada e ilusionada, para contaros todo lo que acontezca en esta nueva aventura que acaba de empezar.
Este curso empiezo con un nuevo grupo de artistas: 8 niñas y 7 niños con quienes compartiré montones de experiencias y momentos inolvidables (ya me están regalando algunos…)
Pero no sólo he cambiado de grupo sino también de aula, lo que ha supuesto un gran trabajo pues he tenido que adaptarme a un nuevo espacio y que diseñar las distintas zonas de acuerdo con los elementos del aula y el mobiliario que tenía disponible.
Además, he creado mi propio «calendario perpetuo» y mi «jardín de hadas», en cuya casita duermen las hadas de las estaciones, esperando tranquilas a que llegue la estación propia de cada una.
Para comenzar, os voy a mostrar cómo quedó el aula justo el día que empezaron las clases. Poco a poco he ido ordenando, completando, cambiando y mejorando algunas cosas según veía cómo funcionaba el grupo y cuáles son sus necesidades. De hecho, aún faltan cosas por hacer. Pero no hay prisa.
Como imaginaréis, el Hada del Otoño ya ha llegado a nuestra aula, acompañada de dos enanitos muy amables que nos han traído hojas, piñas, troncos y frutos propios de la estación.
También tenemos una nueva compañera en nuestra aula: la pequeña Hada de la Paz que vive bajo el dosel en nuestro rincón del mismo nombre.
Más adelante os iré enseñando las distintas zonas del aula, tal y como están ahora.
Espero que compartamos muchas y enriquecedoras experiencias durante los tres cursos que seré la tutora de este maravilloso grupo de Pequeñ@s Artistas.