Pintamos con ceras naturales y lápices acuarelables

Hoy hemos vivido una nueva aventura pictórica utilizando materiales que no habíamos usado antes: ceras naturales en bastoncitos y en bloques, y lápices acuarelables.

Los colores de las ceras naturales son mucho más intensos que los de ningún otro material que habíamos hayamos utilizado antes y acuarelar un dibujo hecho a lápiz ha resultado una experiencia casi mágica.

He aquí el resultado:

«Pintamos con ceras naturales y lápices acuarelables»

 

 

«Un final inesperado»

Desde el comienzo del curso y por iniciativa de mi compañera Yobana, nos hemos reunido las dos clases de 5 años, quincenalmente, para escuchar el cuento «Historias de una granja» de Blanca Benjumea.

Bien Yobana, bien yo, leíamos uno de los capítulos cada vez y al día siguiente hacíamos un dibujo de lo que más nos había gustado o impactado del capítulo. Con estos dibujos, hemos elaborado nuestros libros cuyas portadas nos ayudaron a realizar algunas madres, como ya comenté en la publicación «Bienvenidas a nuestra clase».

Como el final del libro no nos gustó mucho pues nos pareció bastante triste, inventamos un nuevo capítulo con un final más feliz que nos ha quedado bastante bien.

UN FINAL INESPERADO

Y, para que darle un toque más divertido, decidimos grabarlo en video, con la ayuda de nuestra compañera y futura maestra, Rocío Sánchez, representándolo en clase, con los dos grupos, como teatrillo de mesa.

Ha sido una grabación directa, sin ensayos, así que hay algunos fallos pero nos ha gustado mucho y por eso queremos compartirlo.

Esperamos que os guste.

«Un final inesperado»

 

Quiero dar las gracias públicamente a mi compañera Yobana por embarcarme en ésta y tantas otras experiencias apasionantes.

¡Qué suerte tengo de trabajar contigo!!

Pintamos con carboncillo

Hoy, después de haber asistido a un estupendo cuentacuentos con motivo de las celebraciones del Día del Libro, hemos pintado con carboncillo por primera vez.

Ha sido una gran experiencia ya que este material es muy distinto a los que habíamos usado antes: se rompe fácilmente y por eso hay que tener cuidado y no pintar muy fuerte, suena distinto a las ceras, la textura no es igual, sólo pinta negro y gris, se puede borrar con la mano y mancha mucho.

La concentración ha sido absoluta y me he sorprendido enormemente al ver cómo pensaban únicamente en lo que estaban haciendo, en disfrutar de expresar lo que les apetecía y en sentir lo que el carboncillo les transmitía.

Nos ha encantado pintar con él y estamos deseando volver a hacerlo.

«Pintamos con carboncillo»

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Nuevas rutinas

Después de terminar el segundo bloque del curso de Introducción a la pedagogía Waldorf en el Jardín de Infancia, decidí hacer algunos cambios en nuestras rutinas diarias para dinamizar el desarrollo de la clase (demasiado tiempo haciendo lo mismo acaba por perder eficacia) y para probar si de esta forma podíamos mejorar la «forma de estar» en el aula. Las hemos ido introduciendo poco a poco a lo largo del trimestre y debo decir que ha sido una decisión bastante acertada porque ahora somos aún más felices en clase.

Para empezar, después de la relajación y el taichi, en lugar de abrazarnos en corro, como hacíamos antes, cada cual elige a quiénes quiere abrazar y así, todo el mundo da y recibe varios abrazos (¡yo, la que más!!) y nos sentimos mucho mejor.

A continuación, cantamos la «Canción de la mañana» que aprendí en el curso, aunque la he adaptado un poco…

Como muchos días nos quedábamos sin jugar porque siempre prestábamos más tiempo a otras actividades, decidí probar a hacer algo parecido a como hacen en Waldorf y jugar justo después de la actividad del calendario. Tan sólo dedicamos unos 30 minutos al juego y, si bien no es completamente libre, sí eligen cuál de las actividades quieren hacer (saben que tienen que elegir alguna que no hayan hecho antes en el trimestre) y la llevan a cabo como más les apetezca, pero siempre con cuidado y respeto.

Cada día me sorprenden más sus creaciones (creí que tenía fotos jugando con el telar, o de sus acuarelas y construcciones pero no. El próximo trimestre, no se me pasa)

Desde el curso pasado y hasta el principio de este trimestre siempre hemos recitado las rimas de «La gallina» y «El pollito» todos los días antes de almorzar, pero este trimestre hemos dicho una rima diferente según lo que comíamos cada día. Algunas son originales, inventadas por mí (a veces con ayuda de la clase) y otras, adaptaciones de otras rimas o canciones clásicas. También he creado dos rimas para recitar en los días de cumpleaños; una para quien cumple y otra para antes de comernos la tarta o bizcocho que ha traído para celebrarlo:

RIMAS PARA ANTES DE ALMORZAR

Os pongo aquí también las canciones que cantamos en distintos momentos del día. Son todas originales compuestas por mí 🙂 :

Canción para bajar el volumen y el ritmo acelerado de la clase

Canción para recoger

Canción para salir al patio en invierno

Canción de despedida

Durante este invierno, además, hemos aprendido las canciones «Invierno»  y «El invierno ya llegó» de María y Elena Martín-Artajo, ponentes de los cursos de iniciación a Waldorf, que aparecen en su cd «Canciones infantiles para todo el año» que, si os gusta, podéis adquirir aquí (echadle un vistazo a la editorial porque hay libros que son verdaderas joyas)

Esta Primavera también estamos aprendiendo canciones nuevas que aparecen en el cd y, además, estamos empezando a cantar en canon, pero eso ya os lo mostraré más adelante…

Una semana intensa

Esta semana ha estado llena de actividades interesantes que hemos disfrutado y con las que hemos aprendido muchísimo.

Además de ir comprobando cada día al subir y bajar de clase, y visitando el patio interior con la ayuda de Mariano, el conserje, cómo van floreciendo los bulbos que plantamos hace unas semanas, hemos sembrado garbanzos en nuestra jardinera de clase. ¡A ver si tenemos sorpresa cuando volvamos de las vacaciones!

El miércoles asistimos a una charla sobre salud buco-dental (no hice fotos, perdón) en la que aprendimos que los zumos envasados, los batidos, la cocacola y la bollería también son chuches que sólo debemos tomar de vez en cuando y que tenemos que cepillarnos los dientes de la forma en que nos enseñaron, al menos 3 veces al día y, especialmente, antes de acostarnos.

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También nos dio tiempo a hacer las portadas para encuadernar nuestros dibujos de este trimestre (palabra que sabemos que significa «tres meses») a las que hemos dado un toque primaveral.

El jueves asistimos a una soberbia interpretación de «Clásicos Peculiares» en el Teatro del Mercado. Disfrutamos muchísimo y ¡en primera fila!! Recomendable para todo tipo de público. Caroline, Andreana y Juan Luis son grandes artistas y muy profesionales.
Como maestra, me sentí muy orgullosa y feliz cuando las niñas y niños de la clase, además de escuchar con muchísima atención y respeto, reconocieron la «Primavera» de Vivaldi y me dijeron que Bach era «el de Tocata y Fuga». Fue maravilloso. Verdaderamente, me emocioné. Son increíbles.

Ojalá pudiéramos repetir experiencias así más a menudo. (Qué pena no tener ninguna foto de cuando nos sacaron a casi todo el grupo a bailar el vals…)

Cuando volvimos a clase, después de almorzar, hicimos un dibujo del concierto.

Y para poner un bonito colofón a la semana previa a las vacaciones, el viernes fuimos, ¡por fin! a plantar al huerto.

Plantamos lechugas y tomates. Mariano se encargará de regarlas estos días y esperamos que hayan crecido cuando volvamos.

Ha sido una semana llena de emociones que tiene su premio con el descanso.

¡Felices vacaciones!!

Cómo he hecho nuestra hada de la Primavera

A muchas personas le gustan las hadas de lana peinada que hago para clase y, como los tutoriales que he visto en internet lo explican muy deprisa, y están hechos por personas expertas, pensé que estaría bien enseñaros cómo las hago yo, que acabo de empezar, y cómo resuelvo las dificultades que se me presentan.

Son muchas las fotos que os voy a mostrar pero creo que así es más fácil ver todo el proceso.

Comenzamos.

Yo compro el kit para hacer el hada en la web «De mi casa al mundo». Vienen con todo lo necesario para hacer cada hada (lanas de diferentes colores, limpiapipas, agujas de abatanar, hilo para colgarla y un pequeño adorno) y un folleto explicativo sobre cómo hacerla pero podéis comprar los materiales por separado y así podéis elegir los colores que os gusten, aunque, si sólo queréis hacer una, os resultará más caro.

Además de todo lo que viene en el kit, necesitareis una superficie blanda (esponja grande, foam, alfombrilla…) para poder trabajar sobre ella.

Empezamos haciendo la cabeza, que es la parte más importante, y el cuerpo.

Deshacemos el nudo de lana blanca y separamos un mechón de unos 2 cm que reservamos para más adelante..

Con la cinta de lana más gruesa, hacemos un nudo que debe quedar centrado y, si bien tiene que estar apretado, no lo forzamos demasiado.

A continuación, juntamos las dos partes tapando el nudo como se ve en la foto:

Cogemos una tira fina de la lana que habíamos separado y la pasamos por debajo del nudo, marcando así el cuello. Atamos la cinta por la parte de atrás con un nudo o dos.

Ya tenemos la cabeza y el cuerpo.

Apartamos nuestra hada porque ahora vamos a hacer los brazos.

Para ello, necesitamos el limpiapipas y la lana blanca que teníamos apartada. Es una de las cosas que más me cuesta y que menos me gusta cómo queda. Al final, he encontrado una manera de hacerlo que no queda demasiado mal pero tengo que perfeccionarla porque sigue sin gustarme demasiado.

Cogemos el limpiapipas y lo doblamos por la mitad, enrollándolo un poco por el centro (esta parte es la que encajaremos dentro de la cabeza para sujetarlo).

De la lana blanca que nos sobró, cogemos una tira de unos 4mm de ancho y vamos enrollando el limpiapipas hasta cubrirlo. Yo empiezo desde aproximadamente 1 cm del borde hacia afuera, doblo la punta y vuelvo a enrollar desde el principio hasta el centro. En este punto, enrollo un poco alrededor de la doblez y hago el siguiente brazo de la misma forma. Así me resulta más fácil y no tengo que unir hebras.

A continuación, cogemos una tira de color para hacer las mangas del vestido. Yo he cogido de dos colores pero puede hacerse sólo de uno. Lo bueno de este kit es que trae lana de sobra. Empezamos a forrar dejando las puntas blancas ya que son las manos. Esta lana nunca debe cortarse con tijeras pero, como me sobraba demasiada y no podía cortarla bien con las manos, decidí usar el «objeto prohibido»…

Volvemos a tomar el cuerpo de nuestra hada y separamos un poco las dos partes que anteriormente unimos. Introducimos el limpiapipas entre las dos partes, poniéndolo de manera que los brazos queden bien colocados.

Aquí metí la doblez en el hueco de la cabeza pero, como es bastante difícil, se puede dejar hacia abajo pues la sujetaremos después al hacer la cintura.

Volvemos a unir las partes y, con otra tira fina de lana blanca, rodeamos la cintura, sin presionar demasiado, haciéndole un nudo a la cinta por detrás. Ya tenemos el cuerpo terminado.

Ahora vamos con el vestido.

De la lana de color, cogemos un poco más de la mitad (siempre hay de sobra) y hacemos un agujero en el centro con los dedos para que pueda pasar la cabeza. Se lo colocamos y, con una tira de lana de color (yo he cogido de tres colores) le hacemos un cinturón algo más ancho que el blanco y lo atamos por detrás.

Para que quede bien sujeto, lo pinchamos con la aguja de abatanar más gruesa, sin miedo pero con cuidado de no pincharnos los dedos (para que la lana se entrelace bien, hay que pinchar con la aguja de abatanar un poco inclinada)

Con la aguja más fina, peinamos un poco el vestido y colocamos el escote.

Ahora llega, a mi parecer, la parte más difícil: el pelo.

En las instrucciones dice que pongamos la tira de lana que quede igual de larga a cada lado y esto está bien si se quieren hacer dos coletas o trenzas pero, si se quiere dejar la melena a un lado, es mejor empezar colocando la punta de la tira a un lado de la cabeza.

Como, una vez más, hay demasiada lana del color del pelo, cogemos algo más de la mitad y se lo vamos poniendo pinchando alrededor del cuello. Os pongo toda la secuencia de fotos para que lo veáis bien. Como veis, el flequillo se fija también pinchando.

Ya os he dicho que es la parte más complicada pero, con la práctica, queda cada vez mejor. Para adornar el pelo, le he hecho una trenza con tres tiras muy finas de color que le he colocado haciendo un nudo y pinchando por detrás. Las puntas que sobraban las he escondido debajo del vestido puesto que no se verán después, y con las pelusas que me sobraban de peinar el vestido, he hecho una bolita y, pinchándola bien, he conseguido hacer una flor (que también he fijado pinchándola) y tapar los agujeros de los pinchazos del pelo que no me gustaban nada.

Para que nuestra muñeca sea un hada de verdad, necesita alas:

Cogemos la mitad de la lana verde y, sujetando fuerte por los extremos, la partimos a su vez en dos y las alisamos con las manos.

Cogemos una de las alas y la colocamos en la espalda de nuestra hada de forma inclinada pero centrada y pinchamos en el medio para sujetarla bien (recordad: la aguja un poco inclinada y cuidado con los dedos).

 

 

A continuación, colocamos la otra ala cruzándola por encima de la anterior y volvemos a pinchar bien.

Para terminar, metemos el hilo en una aguja de lana que tengamos (si no tenemos, habrá que comprarse una) y hacemos un nudo en una de las puntas. Introducimos la aguja en la base de la cabeza y la sacamos por la parte superior bien centrada. Hacemos un lazo para poder colgarla.

La peinamos bien y… ¡ya está terminada nuestra preciosa hada!!

Como veis, sobra mucha lana que nos podrá servir para otras creaciones.

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Espero que os animéis a hacer una y que os hayan resultado sencillas las explicaciones.

Contadme y enviadme fotos de las vuestras cuando las tengáis. Y gracias por vuestra atención.