El ritmo de la clase

Mi objetivo principal en este primer trimestre ha sido la adquisición de las rutinas de clase que, una vez interiorizadas, nos dan seguridad, confianza, facilitan la convivencia y mejoran el desarrollo de todas las actividades llevadas a cabo en el cole, además de ser, por sí mismas, parte importante del currículo pues ayudan a conseguir muchos de los objetivos de esta etapa escolar.

Recibo a las niñas y niños en la puerta de «La Casita», que es el edificio donde se ubican las aulas de 3 años y, según van entrando, dejan su bolsita con el almuerzo en la caja destinada para ello, que yo he sacado al hall con anterioridad, así como la «Cesta de los Tesoros» donde dejan los pequeños objetos que han traído de casa, que se quedan ahí hasta la hora de irse. Se quitan los abrigos y se cambian de calzado porque en el aula llevamos «zapatillas de andar por clase» que, además de ser mucho más cómodas que los zapatos de calle, ayudan a mantener la sala limpia; de esta forma, podemos movernos por nuestro espacio muy a gustito todo el día.

 

 

Esperamos en las sillas y el banco hasta que todo el mundo está preparado y entonces cantamos una canción para entrar en el aula y sentarnos en la tarima a respirar y relajarnos un poco después del momento de euforia de la llegada al cole.

Entonces, dentro de nuestro momento de relajación, estiramos bien nuestros músculos y, a continuación, nos ponemos de pie, lentamente, para empezar nuestros ejercicios de taichi que nos ayudan a coordinar y controlar nuestro cuerpo al tiempo que nos hace sentirnos bien.

 

 

Hacemos el corro de «Bienvenida a la mañana», versión adaptada por mí de la que aprendí en uno de los Cursos de introducción a la Pedagogía Waldorf que hice el año pasado, y, a continuación, nos abrazamos para darnos los buenos días y ofrecernos nuestro cariño.

 

 

Vemos, con la ayuda de nuestro calendario perpetuo, qué día de la semana es y la persona que me ayuda, busca entre las tablillas de madera, la cifra o cifras necesarias para formar el número del día correspondiente. Decimos el refrán del mes y la estación en la que estamos, aprovechando entonces para dar los buenos días al Hada del Otoño (que es la que nos acompaña en estos días) y a los enanitos de la estación. Cantamos las dos canciones del Otoño que hemos aprendido y recitamos el poema que habla también de esta estación.

 

 

Observamos el tiempo que hace y, a continuación, la niña o niño que me ayuda se levanta y va diciendo los nombres de quienes hemos venido a clase. Contamos cuántas personas somos y pensamos si falta alguien y, en caso de que así sea, decimos quién o quienes son y, otra vez la persona que me ayuda, cambia la figura con su foto del cole al póster de la casa.

 

Entonces, recitamos la rima de Tamara Chubarovski , «Yo estoy aquí» (título original, «Un niño hay aquí» y que he cambiado para utilizar un lenguaje no sexista) y, después su otra rima «Diez duendecillos».

Pregunto «¿Sabéis qué hora es?» y cantamos… «Es hora de jugar».

Lo podéis escuchar aquí.

Juegan, dependiendo de lo que hayamos tardado en todo lo anterior, entre media hora y 45 minutos. Cuando lo creo conveniente, empiezo a cantar la canción de recoger y, una vez que está todo bien colocado en su sitio, hacemos unas rimas, o cantamos alguna canción, o, directamente, si ya es la hora del recreo, nos cambiamos de calzado y salimos al patio.

 

 

Fuera, hay a quienes les gusta jugar con la arena pero también hay quienes prefieren correr, buscar palitos y piedras para la clase, coger hojas, piñones…, observar los insectos, mirar al caballo de la finca de al lado, buscar duendes en los árboles… Me cuentan historias y me enseñan sus descubrimientos. Tienen una vitalidad y una imaginación increíbles.

Una vez terminada la media hora de patio, entramos otra vez a «La Casita», nos cambiamos el calzado y nos disponemos a lavarnos las manos para tenerlas limpias para almorzar. Hacemos dos filas y nos lavamos en orden y, esperamos en el hall a que todo el mundo se haya lavado y cantamos para entrar y sentarnos a la mesa.

La persona que me ayuda, reparte las bolsitas del almuerzo mientras yo reparto las servilletas. Cuando tenemos todo, decimos la rima correspondiente a lo que traemos ese día, cantamos la canción para dar gracias a la Tierra y el Sol por los alimentos que vamos a tomar y nos deseamos buen provecho.

 

 

Aprovechamos el momento del almuerzo para hablar de nuestras cosas. Me cuentan lo que les apetece, me hacen preguntas o yo les cuento lo que vamos a hacer a continuación o cosas que también me han pasado a mí. Cuando todo el mundo ha terminado de almorzar, recogemos todo y limpiamos bien la mesa y el suelo y nos vamos a la tarima. Las primeras semanas, cantábamos con la guitarra después de comer pero las últimas semanas hemos empezado una nueva rutina y tratamos de relajarnos tumbándonos en la tarima mientras escuchamos música de arpa celta pero esto no está resultando demasiado efectivo, así que habrá que probar algo que funcione mejor.

Casi todos los días, después del almuerzo, entra alguien en clase (especialistas o maestra de apoyo) o tenemos alguna actividad fuera del aula por lo que es muy difícil tener una rutina fija pero siempre intento contar un cuento antes de terminar la mañana (el mismo durante tres o cuatro semanas) y los martes, aprovechando que ese día viene Sonia, la profe de inglés, se lo cuento en inglés pues decidimos que, cuando se fuera ella, yo les hablaría en inglés todo el rato y, además del cuento, también cantamos canciones y hacemos otras actividades, hablándoles todo el rato in English 😉

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Al final de la mañana, para salir de clase, excepto los miércoles que acaban con Pili, la maestra de apoyo, siempre cantamos la misma canción de despedida y, seguidamente, salimos al hall, nos cambiamos de calzado, nos ponemos los abrigos, cogemos la bolsa del almuerzo y los tesoros que trajimos que han permanecido todo el tiempo en la cesta, y nos sentamos a esperar a que todo el mundo esté preparado para irnos a casa.

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Como ya están interiorizados todos los ritmos y rutinas, a partir del próximo trimestre podremos empezar el ritmo de la semana, con una actividad específica para cada día. Pero eso ya lo explicaré más adelante 🙂

NOTA: Cuando tenga grabadas todas las canciones, escribiré un post específico para ellas.